La obra de Emilio ha evolucionado constantemente. Se inicia con el dibujo, y rápidamente es atraído por la cerámica. Empieza con cerámica decorativa, viva y cálida, y deriva en escultura figurativa, muchas veces recreando escenas de su infancia y de ambientes industriales sacadas de sus propias vivencias laborales en Bélgica. En pintura realiza cuadros al óleo, grabados, dibujos al carboncillo, y crea nuevas texturas, utilizando red que superpone en los lienzos, serrín con cola para dar relieve y más experimentos de cosecha propia. Sigue trabajando el barro a través de murales cerámicos, experimentando con texturas metalicas entre otras.

Además, editó dos libros de poesía y escribió una autobiografía sobre su edad temprana en la que narra las vicisitudes por las que tuvo que pasar desde que se exilió a Bélgica con 5 años, durante la Guerra Civil Española, pasando por su vuelta a España en 1941 debido al estallido de la Segunda Guerra Mundial, la adolescencia y la miseria en la postguerra, y narrando finalmente su paso por el servicio militar.

Escultura

Murales

Pintura

Cerámica Decorativa

Dibujo

Autobiografía

Poesía